Samuel Beckett estrenó en 1981 Rockaby, uno de sus monólogos para mujeres más intensos. En este drama, una envejecida mujer permanece sentada en una mecedora, un recurso reiterado en sus obras y de fértil simbolismo -senectud, sosiego, paso del tiempo, sueño, ritmo, latido… Pongamos que es el mismo Beckett quien se balancea en su mecedora y quien, desde dentro y desde fuera de sí mismo, en una dislocada alteridad y cuestionando el sistema de representación del lenguaje, nos habla de la imposibilidad de toda tentativa de comunicación verbal, de lo fallido de nuestras percepciones y de la defunción de la esperanza, toda una poética del silencio y de ese credo estético del fracasa mejor que enunció en su obra Rumbo a peor (1983). De eso trata ‘La mecedora de Beckett’, un ensayo literario de carácter divulgativo de Fernando Abascal, que constituye la decimotercera entrega de la colección Textos Insólitos (El Desvelo Ediciones).
FERNANDO ABASCAL: Catedrático de Instituto y profesor en el Centro Asociado de la UNED en Cantabria, también ha impartido clases y cursos de literatura en la Universidad de Cantabria y en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Es autor de numerosos artículos y estudios sobre temas literarios, así como de los libros de poemas: De palabra, La memoria del cuerpo, Manual para cruzar el mar, Los poemas ásperos y Torre Hölderlin.
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