Bosque de Secuoyas
de Cabezón de la Sal
Único Monumento Natural de Cantabria, enclave protegido por su valor paisajístico a.
En el Monte de las Navas de Cabezón de la Sal hay 848 secuoyas (Sequoia sempervirens) repartidas en 2,46 hectáreas.
Fue plantado en los años 40 del siglo XX para la producción industrial, pero finalmente fueron otras especies las más aptas para este aprovechamiento, lo que permitió que la secuoya perviviera hasta la actualidad.
Las secuoyas son árboles perennes de tronco recto y tubular que alcanzan alturas entre los 40 y los 100 m. Estos gigantes del bosque pueblan la costa del Pacífico, en la zona occidental de Estados Unidos, pero en España no es habitual encontrarse con bosques de estas características.
En Cantabria se encuentra el Monumento Natural de las Secuoyas del Monte Cabezón en el que se alzan las impresionantes secuoyas Sempervivens y, en menor medida, el Pinus radiata. Ambas especies, proceden principalmente de California y alcanzan una longitud aproximada de 40 m.
Desde el aparcamiento, se recorren unos 100 m, se encuentran unas pasarelas de madera que conducen hasta el Bosque de Secuoyas. El camino esta adaptado a personas de movilidad reducida y sillas de bebé, tiene una longitud aproximada de 300 m y permite llegar hasta el inicio del Monumento Natural. Luego hay que salir a los caminos habilitados y adentrarnos en el magnífico bosque.
Comienza un recorrido descendente por la espesura del bosque. El trazado es claro, aunque se pueden coger caminos alternativos por escaleras labradas en la tierra que ayudan a superar el desnivel hasta el fondo del valle. Cualquier lugar es ideal para pararse a disfrutar del entorno y apreciar la belleza que nos rodea. Pasear por este bosque de Cabezón de la Sal es una auténtica experiencia. Es un lugar mágico. Es un bosque tan denso y con unas dimensiones tan infrecuentes en España que el sol apenas llega al suelo, su copa está a más de 30 metros y para abrazar a una secuoya se necesitan tres personas. Las secuoyas pueden vivir mil años.
Con un tronco recto, muy grueso, corteza oscura y esponjosa que se desprende en placas irregulares bajo las que aparecen las nuevas de color rojizo. Las hojas de la secuoya o acículas, aguijones finos y delicados, son planas y de tono verde oscuro con dos bandas blancas en el envés.
Florecen al final del invierno para madurar las piñas, verdes primero y rojizas finalmente, en el otoño siguiente. Las flores masculinas son amarillas y las femeninas ovales y verdosas, de mayor tamaño.
Además de su tamaño, las caracteriza su longevidad, pueden llegar a superar el millar de años, y su rapidez de crecimiento, 1,80 metros/año entre los cuatro y los diez años de edad . Su madera es de buena calidad, ligera, rojiza, no resinosa y fácil de trabajar.
Acceso:
Desde la localidad de Cabezón de Sal por la carretera N-634, se enlaza con la C-135 que se dirige a Comillas. Pasada la rotonda sobre la autovía del Cantábrico A-8, solo faltan unos 700 m para llegar al aparcamiento habilitado para visitar el Monumento Natural. Se trata de un parking pequeño. Tiene cabida para unos 10 coches. Pero unos 100 m. más adelante, hay otra zona de aparcamiento más amplia.
Se realizan visitas guiadas
Información en la Oficina de Turismo de Cabezón de la Sal. Tel. 942 700 332.
Y también a través del programa de Natureando en Corto, visitas que le suma el valor de educación ambiental. Natiuea Tel. 942 049 438.
El recorrido es de aproximadamente una hora de duración, no tiene dificultad técnica, una parte está adaptada a personas en silla de ruedas.
SECCIONES