FARO DE AJO
El faro se encuentra situado sobre el Cabo de Ajo, punto geográfico más septentrional de la Comunidad Autónoma de Cantabria. Desde este lugar son de valorar las impresionantes vistas, hacia el este la desembocadura de la Ría de Ajo, hacia el oeste el Cabo de Quintres, otro de los salientes del municipio así como la bahía de Santander y como telón de fondo al sur, la Cordillera Cantábrica.
Es sobre este lugar, en su extremo, donde se proyectó en 1907 la construcción del faro. La obra tenía prevista una torre de dieciocho metros de altura junto con una vivienda de dos plantas en las que podían vivir hasta seis fareros. Dos años más tarde se aprobó su construcción pero al ponerse en marcha el faro de Cabo Mayor en Santander se cancela el proyecto del faro de Ajo al considerar que era innecesario.
Años después, tras tres naufragios sucedidos en la zona, se aprueba de nuevo el proyecto del faro de Ajo en 1921, inaugurándose finalmente en 1930 con un edificio de características bastante modestas en relación al planteamiento inicial a la que se une una vivienda de una sola planta. Fue años más tarde, en 1962 cuando se electrifica la lámpara de incandescencia manteniendo el estilo y las características anteriores.
Es en el año 1980 a manos del ingeniero Fernando Rodríguez Pérez cuando se proyecta una nueva torre circular de hormigón a escasos 50 metros de la antigua ubicación, poniéndose en marcha en 1985 lo que hoy es el actual faro.
En los últimos años y como impulso municipal al turismo se han realizado modificaciones y mejoras en la zona del faro. En el año 2015 se acondicionaron las inmediaciones con un vallado perimetral y unas sendas peatonales que permitían el paseo de los visitantes, abriéndose desde ese año las puertas y acogiendo a gran cantidad de turistas y visitantes a la zona.
En el año 2020 se inició el proyecto más innovador sin duda de la historia del faro de la mano del artista cántabro Okuda San Miguel el cual, realizó sobre el faro una obra pictórica en torno a la diversidad faunística de Cantabria con más de una centena de colores que sin duda, se ha convertido en un gran atractivo turístico batiendo todos los records de visitas.