También podrán ver ‘la mesa de cordobán’, que se encuentra en el despacho de Alfonso XIII, el mueble más antiguo del Palacio, que data de finales del siglo XV.
El edificio está construido con sillarejo en los paramentos, disponiéndose sillares de piedra a soga y tizón en esquinas y jambas de las ventanas, con líneas de imposta a lo largo de la fachada. La sensación que produce es de varios cuerpos independientes, aunque bastante elevados en altura, con una fachada asimétrica en la que se aprecia la alternancia de cuerpos entrantes y salientes y dos torres octogonales al sur, de diferente elevación, que refuerzan la irregularidad exterior. Presenta cornisas cortadas por hastiales triangulares. Dos niveles de buhardillas (el superior añadido por Riancho en los años treinta) rompen la monotonía de los faldones de pizarra del tejado, que presentan una fuerte pendiente.
Las dos entradas principales del Palacio coinciden con dos de los elementos más destacados del exterior. El acceso que suele utilizarse habitualmente, realzado con la rehabilitación de 1995, se halla en la fachada norte, en el antiguo pórtico de carruajes. La otra entrada principal da al sur y comunica directamente, por una escalinata central de doble tramo, con el Hall Real de la planta principal.
Constituyen, con el Palacio, el edificio más importante de la Península, por su historia y su íntima relación tanto con los veraneos regios como con la Universidad Internacional. Se encuentran, además, en una zona de especial riqueza paisajística, lo que aumenta su encanto, especialmente desde que en junio de 1994 se concluyera su imprescindible rehabilitación, dirigida por el arquitecto Luis de la Fuente.
Las Caballerizas fueron construidas en 1918 dentro de un inconfundible estilo “inglés” inspirado en los pabellones de Osborne House, residencia de la Reina Victoria Eugenia en la isla de Wight. El proyecto lo tenían acabado los arquitectos Bringas y Riancho ya en 1914, pero fue ampliado por este último tres años más tarde
Dedicada a “Residencia de la playa” por la Universidad Internacional, en los veranos de 1933, 1934 y 1935 actuó en el patio la compañía de La Barraca, dirigida por Federico García Lorca. Una placa de cerámica, donada por la escultora Isabel Garaye instalada en la parte baja de la torre, recuerda este notable acontecimiento.
En la actualidad, las Caballerizas están habilitadas como residencia de estudiantes de la UIMP. El edificio cuenta con 54 habitaciones dobles, dos de ellas diseñadas para uso de minusválidos. La planta presenta dos patios unidos por una torre. Asimismo, cuenta con dos entradas, una hacia el oeste, que da acceso a un patio ajardinado y flanqueado por dos cuerpos constructivos dedicados a habitaciones, y otra entrada hacia el sur, por un patio en el que se disponen tres aulas, dos de ellas con capacidad para medio centenar de personas, y otra para setenta, aproximadamente. Las aulas llevan los nombres del poeta Pedro Salinas, secretario de la Universidad en 1933-1936, y de quien fuera rector de la UIMP en 1989-1995, Ernest Lluch Martín, asesinado en 2000.
El Paraninfo
Junto a las Caballerizas se encuentra el Paraninfo, espacio que nunca ha cambiado la utilidad para la que fue diseñado: la celebración de diversos actos académicos y culturales. Fue construido en los años treinta por González de Riancho en un estilo racionalista que contrastaba con el pintoresquismo de las Caballerizas.
En los noventa Luis de la Fuente modificó algunos elementos del edificio, integrándolo en el conjunto de las Caballerizas, y lo dotó de los elementos modernos que eran imprescindibles para su uso. El salón de actos consta de un auditorio con capacidad para de trescientas cincuenta personas y todos los recursos técnicos para la organización de congresos.
horario de 9:00 a 20:00 h.
Del 1 de julio al 31 de agosto, de 8:30 h. a 21:30 h.
Frecuencias de 20 minutos en la campaña estival.
Cada 30 minutos el resto del año.
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