Territorio romanizado por el que discurrió la «Vía de Agripa», un camino real al que aluden varios documentos medievales. Toma su denominación del término «alfoz», utilizado a partir del siglo XI para designar al territorio de una entidad local o municipio.
Entre su patrimonio histórico-artístico destacan la necrópolis alto-medieval de Toñanes y las cuevas prehistóricas de «Las Aguas», en Novales del Linar, en La Busta, y de Cualventi, en Oreña. Son igualmente dignos de mención el monasterio cisterciense de Santa María de Viaceli y una casona solariega del siglo XVIII, denominada El Casal, en Cóbreces, así como la iglesia barroca de Cigüenza, construida en el siglo XVIII.
En su paisaje sobresalen de forma especial la playa de Cóbreces, de 400 metros de longitud y fácil acceso, y la localidad de Fresnedo, desde donde se pueden contemplar bellas panorámicas del valle.
Respecto a la gastronomía, cuenta con tres productos autóctonos fundamentales: el queso y la miel del Monasterio de la Trapa y los limones de Novales, cuyo cultivo está favorecido por un particular microclima.
Novales es la capital del municipio. La localidad goza de un particular microclima que le ha permitido desarrollar cultivos más propios del Mediterráneo, como las naranjas y sobre todo los limones, a cuyo color y fragancia está asociada su imagen en toda Cantabria.
Celebra romerías y verbenas coincidiendo con la festividad de los Santos Mártires (30 de agosto).
Su iglesia parroquial, en honor a La Asunción, data de mediados del siglo XVI y es un buen ejemplo de templo columnario.
A 1 Km de Novales se encuentra la monumental iglesia barroca de San Martín, en Cigüenza, uno de los edificios más interesantes del patrimonio histórico-artístico de Cantabria. El templo cuenta en su interior con originales esculturas y tres excelentes retablos sin policromar del siglo XVIII.
Cóbreces, a medio camino entre Novales y Ruiloba, es paso obligado hacia Comillas. Posee un casco urbano repartido entre el interior y la costa, por lo que cuenta con elementos representativos de ambos ambientes. Así, el Monasterio Trapense de Viaceli, que además de dar cobijo, fabrica buenos quesos y su playa, de pindio descenso hasta la arena blanca y fina, que brinda aguas limpias y agradablemente frescas.
La iglesia parroquial es un buen edificio neogótico (1910), con dos imponentes torres en la fachada y cimborrio sobre el crucero, y la ermita de San Roque, de construcción reciente, contiene algunas tallas de interés por su carácter popular.
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