Municipio eminentemente agrícola y ganadero, aunque también es reseñable en su actividad la explotación de los bosques y la fabricación del orujo lebaniego.
Sobre el monasterio románico de Santa María de Piasca (siglo IX), situado en un paraje de inigualable belleza, se erige la iglesia del mismo nombre, una de las mejores muestras del románico en Cantabria. Despiertan asimisto gran interés el santuario de Nuestra Señora de la Luz, a 1.274 metros de altura en Aniezo, y la iglesia de Luriezo, que conserva una estela gigante cántabro-romana.
Cabezón de Liébana muestra su devoción y tradiciones el 2 de mayo con motivo de la procesión de «La Santuca», en la que se lleva a la Virgen a hombros desde Aniezo hasta Santo Toribio de Liébana (25 kilómetros).
Una vez en el municipio, es obligada la subida a Peña Sagra (2.042 metros) y conveniente la práctica del senderismo para disfrutar a pleno de la naturaleza.
Desde Piasca el paisaje se abre a impresionantes panorámicas del valle de Valdeprado y la Sierra de Peña Sagra.
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