Se extiende, a elevada altitud, al sur de la Cordillera Cantábrica. El municipio está bañado por el embalse del Ebro, que fue construido entre los años 1928 y 1947 haciendo desaparecer las aldeas de Quintanilla, Bustamante, Medianedo, La Magdalena y las vegas bajas donde desde tiempo inmemorial pastaba el ganado vacuno, lanar y caballar.
Existen en Campoo de Yuso valiosos exponentes de arquitectura civil, entre los que hay que destacar la torre-fortaleza de los Bustamante, en la localidad de La Costana. Cuenta además con elementos de arte románico que pueden encontrarse en iglesias como la de San Pablo, también en La Costana, y los restos de la de San Román, de Orzales. Mención especial merece la calzada romana que desde la Meseta se dirigía a Flaviobriga. Sus restos pueden apreciarse en Corconte.
En el apartado gastronómico, el municipio es famoso por sus rosquillas y empanadas.
Igualmente reconocidas son sus aguas minero-medicinales, que dieron lugar a la creación del balneario de Corconte y que actualmente se comercializan embotelladas.
Capital del municipio de Campoo de Yuso, la mayoría de sus localidades se encuentran a orillas del embalse del Ebro, que domina claramente su paisaje (a menudo nevado) y contribuye a crear un entorno de gran tranquilidad.
En estos parajes es frecuente observar multitud de caballos pastando o ver volar a las cigüeñas. Sus extensos bosques de roble y las excelentes vistas que se divisan desde Quintana y La Riva dotan a la localidad de un encanto especial.
En materia artística, La Costana se enorgullece de la torre de Bustamante, de una gran altura y adosada a un bonito conjunto de casas. Fue construida en el siglo XV y desde 1985 está declarada bien de interés cultural.
SECCIONES