Laredo es una de las «cuatro villas marineras» junto con San Vicente, Castro Urdiales y Santander. Aparece en las cantigas de Alfonso X el Sabio y también la menciona Don Quijote al describir su linaje.
Fue puerto real para la unión con Europa. Enclavada entre la ría de Treto y la bahía de Santoña, es una de las principales localidades turísticas no ya de la costa de Cantabria, sino de todo el litoral español.
La villa se extiende en tres sectores bien diferenciados: La Puebla Vieja y el Arrabal, la zona del Ensanche, y la prolongación de éste hasta el Puntal.
La primera de ellas, la Puebla Vieja y su Arrabal (edificado con posterioridad), fue declarada conjunto histórico artístico en 1970. Es el primitivo núcleo de población, con origen en la Edad Media, y aún conserva restos de sus antiguas murallas. Se trata de un entramado de callejuelas, denominadas rúas, entre las que se levantan notables casas de los siglos XVI al XVIII, como la de la familia Mar, la de la marquesa de Arcentales, la del Condestable, la de Hoz, Gutiérrez Rada&hellip En lo alto de este caserío se erige el templo gótico de la Asunción, construido entre los siglos XIII y XVIII, y que alberga en su interior el retablo de belén, una de las joyas de la escultura flamenca policromada.
La segunda zona del poblamiento actual de Laredo es conocida como el Ensanche (área llana hasta la plaza de Carlos V), donde hoy se ubica el núcleo comercial, administrativo y de servicios.
Entre el ensanche y la puebla vieja se encuentran los dos grandes puertos de la Villa, el pesquero desde donde parten a la mar cada día los barcos a la mar, en busca de los frescos pescados del cantábrico, y el nuevo Puerto Deportivo de Laredo, una moderna instalación con más de 850 atraques y todos los servicios de una marina de referencia.
Por último, entre la Plaza de Carlos V y el Puntal, se localizan tres largas avenidas que discurren en paralelo, flanqueadas por las dos playas de la villa. En ellas se levanta un gran número de residencias (algunas de las cuales corresponden al boom urbanístico de los años 60) y el hospital. En esta área se han construido en los últimos años diversos parques y plazas en las que destaca su apuesta por el arte. Al final de esta zona se erige, en el Puntal, el Club Náutico, pionero impulsor del turismo en Laredo y experto organizador de las más altas competiciones náuticas.
Pero el verdadero patrimonio de Laredo reside en su excepcional naturaleza: de un lado, la playa del Regatón, que se despliega en el área interna de la ría de Treto en el otro, el fantástico conjunto de playa y dunas que forma la denominada «Salvé», frente al mar Cantábrico, y que tiene el distintivo de «Q» de calidad.
Entre sus fiestas, Laredo destaca especialmente por la que celebra el último viernes de agosto, la «Batalla de Flores», es de interés turístico nacional y está protagonizada por un desfile de carrozas. También hemos de hacer especial mención a la fiesta del Desembarco de Carlos V, que es de interés turístico regional y se celebra la segunda quincena del mes de septiembre.
Su gastronomía está especializada en pescados (bonito, sardinas, bocartes, etc.).
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