Pesquera es un municipio pequeño atravesado por el río Besaya. Sus tierras fueron dominio de Don Tello, hijo de Alfonso XI.
Pesquera registró desde finales del siglo XVIII y a lo largo del XIX una gran actividad industrial gracias a la ferrería de Gargallón, que se convertiría años más tarde en una instalación harinera de la que se dice que fue la primera de España que funcionó con cilindros.
La población actual apenas supera el centenar de habitantes, dedicados en su mayoría a la actividad ganadera.
Pesquera conserva uno de los pocos «rollos» o picotas de piedra, con planta circular, de Cantabria. En él están labradas cuatro cabezas de animales.
Igualmente, en Pesquera permanece un tramo de calzada romana entre Somaconcha y Pie de Concha, en el vecino municipio.
También es destacable la Iglesia de San Miguel, en la que podemos contemplar muros de sillería de una vieja fábrica con inscripción del siglo XI.
El templo posee un ábside de estructura gótica medieval, con bóveda de cañón apuntada. El resto del edificio es de los siglos XVI y XVII.
La cuenca del Besaya fue, históricamente, la principal vía de comunicación entre la costa de Cantabria y la meseta. Por ella discurría una calzada romana que, desde Pisoraca (actual Herrera de Pisuerga, en Palencia) se internaba en Cantabria, pasaba por la ciudad de Julióbriga (Retortillo, cerca de Reinosa) y bajaba hasta la costa de Portus Blendium (Suances).
La calzada fue construida muy posiblemente durante las guerras cántabras para facilitar los desplazamientos de las legiones romanas, si bien después fue utilizada durante muchos siglos. El trazado de la vía elude el angosto desfiladero de las Hoces de Bárcena, dificultoso y propicio a emboscadas.
Muy cerca de allí, entre las localidades de Pie de Concha y Somaconcha, se encuentra el tramo mejor conservado. Son unos 5 kilómetros, en los que se remonta un desnivel de unos 400 metros, con una pendiente constante que no supera el 10 por ciento.
El recorrido está empedrado en su mayor parte y discurre a través de parajes naturales de gran belleza. A mitad de camino nos encontramos con la aldea deshabitada: Mediaconcha. La calzada puede recorrerse a pie, en un paseo de unas dos horas. Se puede acceder desde Bárcena de Pie de Concha y Pesquera.
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