Municipio bañado por el río Asón. Su historia reciente se encuentra íntimamente ligada a la victoria de los liberales frente a los carlistas (1839), que le mereció al general Espartero el título de duque de la Victoria. Esta batalla marcaría para siempre a la capital del Alto Asón, apellidada desde entonces «de la Victoria».
Pero la influencia de la contienda no se ha limitado al nombre. En la confusión de la batalla, apareció un baúl lleno de mantones de Manila, una anécdota que ha dado lugar a la tradicional «Verbena del Mantón«. Se trata de un festejo exótico al más puro estilo del Madrid castizo que desde entonces de celebra cada año (primer sábado de julio) en la localidad. Otras fiestas señaladas son la Fiesta de los Adioses (1 de septiembre) y El Milagruco (4 de septiembre).
Ramales cuenta con una arquitectura popular muy bien conservada, con miradores acristalados y algunas casonas de indianos con bellos jardines y verjas. Sobre todas ellas sobresale el palacio de Revillagigedo (siglo XVIII). Sin embargo, su patrimonio más valioso lo constituye el grupo de cuevas localizado a principios de siglo por Alcalde del Río: Covalanas, La Haza, Cullalvera y Sotarriza albergan en su interior magníficas pinturas rupestres.
En gastronomía destacan el queso de nata, las truchas y el salmón.
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