RASINES
Zona: Asón-Agüera
Distancia a la capital: 60 km.
14 núcleos de población componen este municipio: Casavieja, Cereceda, El Cerro, La Edilla, Fresno, Helguera, Lombera, Ojébar, Rasines (capital), Rocillo, Santa Cruz, Torcollano, La Vega y Villaparte.
Dirección: La Gerra, s/n
Código postal: 39860
FIESTAS EN EL MUNICIPIO
Cada uno de los barrios celebra sus tradicionales romerías a lo largo de todo el año. Sobre todo en la época estival, lo que en tiempos de antaño venía a corresponder con la finalización de las labores agrícolas: fin de la siega, recogida del maíz o la vendimia. Actualmente se celebran las siguientes festividades:
25 de marzo, Nª Señora de la Piedad en la ermita de Cereceda.
25 y 26 de julio, Santiago y Santa Ana en Ojébar.
3 de agosto, San Esteban en Rocillo.
15 de agosto, Nª Señora de Villasomera en El Cerro.
16 de agosto, San Roque en Villaparte.
En agosto, Fiesta de la Hierba en La Edilla.
27 de septiembre, Los Santos Mártires, San Cosme y San Damián en El Cerro.
11 de noviembre, San Martín en Cereceda.
Cada mes de septiembre se conmemora La Marcha de Carlos V de Laredo a Yuste. Se conserva en el Archivo Municipal una leyenda que hace referencia a su paso por estas tierras y que dice:
"Real Suceso de grata memoria: Cuenta la tradición y se tiene por verídico que en alguno de los viajes que hizo el Emperador y Rey Carlos 5º de Alemania y 1º de España desde la Corte a Laredo, al volver de esta Villa en la que tan buenos recuerdos dejó en alhajas de Iglesia, etc. Se detuvo en esta Posada de Rasines y tomó algún refrigerio, de cuyas viandas formaban parte principal cantidad de huevos de gallinas. La prevenida pupilera reivindicando a una colega de Laredo cobró al Emperador y Rey Don Carlos un duro por cada huevo. Con razón parecíole caro al Rey, y preguntó el por qué eran tan caros los huevos; y la pupilera le contestó que los huevos abundaban y se compraban baratos, pero que en cambio eran escasos los Reyes, que por milagro veía uno, y que cuando se veía un Rey había que aprovecharlos y celebrar de algún modo la presencia del Rey en estos rincones de la Nación. Celebró el Rey con sonrisas la ocurrencia, pagó sin reparar la cuenta y hasta dio valiosa propina a la experta sirvienta, Año 1522, tenía el Rey 22 años.
Esta feliz y muy celebrada ocurrencia de la Posadera de Rasines tenía su origen en que durante la estancia del Emperador y Rey en Laredo le sirvieron y gustaron mucho las sardinas frescas, que a su sustancia fueron su plato favorito, hasta que un día ponderando las sardinas preguntó si eran caras. Y la inadvertida sirvienta le contestó que las sardinas era el pescado más abundante y el más barato, por tanto el que más gustaban los pobres. Por tal contestación, que aunque era verdad fue inoportuna, el Rey debió creerse humillado y acaso censurado, por el preferente uso de las sardinas, y dio orden de que no se las sirvieran más. Este caso se divulgó en la comarca, provincia y acaso en el Reyno. Y a la Posadera de Rasines cupo la honrosa astucia de vindicar a su colega la de Laredo, haciendo pagar al Rey los huevos a duro cada uno”.