Municipio más meridional de Cantabria y, probablemente, uno de los más bellos. Ocupa casi toda la depresión que forma el río Ebro al salir del territorio cántabro hacia el este. Precisamente del río tomaría su denominación: «Val de Ripa Hibre». Su paisaje está dominado por los páramos de Castilla.
La riqueza del valle apunta a que en esta zona se concentraron poblamientos humanos desde los tiempos más primitivos. Durante la Edad Media se construyeron numerosas iglesias románicas, como la colegiata de San Martín de Elines (XII), que conserva restos de una antigua iglesia mozárabe en unos arcos del cementerio. Esta colegiata es uno de los exponentes más destacados del románico en Cantabria.
Igualmente en la Alta Edad Media surgieron las iglesias rupestres de Arroyuelos, Campo de Ebro y Santa María de Valverde, de estilo mozárabe y de repoblación. En Ruanales podemos admirar un grabado faliforme de la Edad de Bronce (gran falo grabado sobre una roca a dos metros de altura) y el «abrigo rocoso del Cogular», que pertenece también a la edad del Bronce y presenta pinturas esquemáticas en negro y rojo, con hombrecillos y arborescentes, además de figuras ecuestres.
En materia festiva, la capital del municipio –Polientes– celebra el 7 de agosto el «Día de Valderredible».
Las patatas y las setas son los productos más destacados de la gastronomía de Valderredible. El cultivo de patatas es aquí muy abundante, con una producción pequeña pero de extraordinaria calidad.
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