Bañado por el río Quiviesa que es afluente del Deva, es un territorio sumamente montañoso que presenta picos como Peña Prieta, de 2.536 metros de altitud. Limita con León en las estribaciones del puerto de San Glorio.
En la Baja Edad Media se llamó Valle de Cereceda, con la formación de asentamientos durante la repoblación que tuvo lugar bajo el reinado de Alfonso I. Tierra de los Salceda, valientes luchadores contra los moros, estos territorios provocaron enfrentamientos de titularidad entre los señoríos de los Manrique y los Mendoza, recayendo finalmente en el futuro marqués de Santillana.
Vega de Liébana es un municipio rico desde el punto de vista etnográfico. En la actualidad mantiene tradiciones como los populares bailes del «Pericote» y el «Trepeletré». En Ledantes se conserva la única «pisa» de Cantabria (artilugio primitivo de madera para la fabricación textil).
Sus manifestaciones artísticas son principalmente rústicas y montañesas. Destaca el conjunto histórico de Dobres y Cucayo, que es bien de interés cultural.
Desde el punto de vista paisajístico es un territorio realmente privilegiado, con parajes de una belleza impresionante y aldeas de peculiar encanto. El mirador de Llesba, a 1.609 metros de altitud, nos permite divisar vistas maravillosas de los Picos de Europa.
Su gastronomía se significa por el cocido lebaniego y las setas de Toranzo.
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