Casi en el centro geográfico del valle de Carriedo se encuentra este municipio, por el que discurre el río Pisueña. Sus primerios poblamientos se establecieron con anterioridad al año 1000 y formaron parte del señorío de los Manrique, los Castañeda y la casa de la Vega. Durante la Edad Moderna se desarrolló en Villacarriedo una importante cofradía de correos a caballo del rey.
Entre los personajes ilustres de este valle sobresale Juan Antonio Díaz de Arce, intendente general del reino de Aragón, consejero del rey y caballero de Santiago, quien mandó construir a un arquitecto italiano la más expectacular obra barroca de Cantabria, el palacio de Soñanes (s. XVIII).
En el valle de Carriedo, resaltan por su verdor hermosas laderas y praderías.
Villacarriedo, como capital del valle de Carriedo reúne la mejor dotación comercial y de servicios de la zona.
Los carredanos, como se conoce a los habitantes del lugar, disfrutan de una rica vega, siendo el prado el elemento dominante dentro de una población vegetal de alisos, robles y hayas.
En Villacarriedo se encuentra el palacio barroco de Soñanes, el ejemplo más valioso de este estilo arquitectónico en la región. Edificado en el siglo XVIII, el palacio presenta dos impresionantes fachadas, profusamente decoradas, y en su interior se guarda una monumental escalera. Todo ello dentro de una gran finca con rico arbolado. Junto al palacio, muy representativo en Villacarriedo, el colegio de los escolapios, que ha funcionado de forma ininterrumpida desde su fundación en 1746. En este centro se formaron importantes personajes de Cantabria.
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